Con la promesa de una mejor pensión, el gobierno de Gabriel Boric ha implementado la cotización del 1% adicional, una carga más para los trabajadores que ya luchan contra la crisis económica y el aumento del costo de la vida.
A partir de este mes, los empleadores chilenos deberán comenzar a cotizar un 1% adicional del sueldo de sus trabajadores, en el marco de la nueva Reforma de Pensiones promovida por el gobierno del Presidente Boric. Aunque se presenta como un avance crucial para mejorar las pensiones, la medida es vista por muchos como un nuevo golpe a la economía familiar. En un país donde la inflación ha mermado el poder adquisitivo, este aumento en las cotizaciones se suma a la presión financiera que ya enfrentan los trabajadores.
La implementación de esta reforma se ha realizado en medio de un debate que no termina de convencer a la ciudadanía. Mientras el gobierno insiste en los beneficios a largo plazo, la gente se pregunta si este 1% realmente se traducirá en una pensión digna, o si, por el contrario, será una carga más en sus bolsillos sin un resultado claro. La desconfianza en la gestión de los recursos y la falta de transparencia en los casos de corrupción, como el Caso Convenios, no hacen más que acrecentar el escepticismo sobre el destino de este nuevo fondo.
Fuente: Información del gobierno de Chile sobre la implementación de la Reforma de Pensiones