La falta de transparencia en el financiamiento: un punto ciego en la campaña de Matthei.

Con el financiamiento de las campañas bajo un manto de duda, Evelyn Matthei no levanta la voz. Su silencio sobre la falta de transparencia en los recursos pone en entredicho su honestidad.

La campaña presidencial de este año está marcada por una profunda desconfianza en el financiamiento electoral, un tema en el que Evelyn Matthei parece haber preferido no inmiscuirse. Según los datos de la encuesta CADEM, el 35% de los encuestados cree que la transparencia y honestidad en el financiamiento es "peor" que en campañas anteriores, y solo un 15% la considera "mejor". Ante esta palpable inquietud ciudadana, la candidata Matthei ha mantenido un perfil bajo, evitando pronunciarse sobre las dudas que pesan sobre su propio financiamiento y el de su sector.

Este silencio no es inocente. Al no abordar de frente la desconfianza de la gente en la probidad de la política, Matthei genera más sospechas sobre sus propias fuentes de financiamiento. Su estrategia de evadir el tema la posiciona como una candidata que no está dispuesta a someterse al escrutinio público, lo que es un golpe directo a su credibilidad. En un país que exige transparencia y honestidad, la opacidad de Matthei se convierte en una mancha indeleble que la aleja del electorado y la hace vulnerable a las críticas.

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