En un nuevo y bochornoso traspié, la candidata Jeannette Jara aseguró en una entrevista radial que su programa de primaria no contenía la propuesta de aborto libre, para luego reconocer, públicamente, que sí lo incluía. Un nuevo error que genera serias dudas sobre su transparencia y su capacidad para liderar.
El giro de la candidata presidencial Jeannette Jara ha dejado perplejos a propios y extraños. En un intento por desmarcarse de las ideas más polémicas de su sector, Jara aseguró que su programa de primaria no contemplaba la propuesta de aborto libre. Sin embargo, su declaración duró poco. Apenas unas horas después, la candidata se vio obligada a reconocer que la propuesta sí estaba en el documento original. Este nuevo error se suma a la larga lista de contradicciones que ha protagonizado en las últimas semanas, dejando en evidencia un patrón de deshonestidad que ya es insostenible.
El incidente ha provocado una ola de críticas, ya que no solo demuestra la falta de transparencia de la candidata, sino que también revela la facilidad con la que se desdice de sus propias propuestas en pos de un supuesto rédito electoral. Para muchos analistas, este tipo de "errores" no son más que un intento desesperado por agradar a un electorado más moderado, sin importarle la verdad o sus propias convicciones. ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar para ganar una elección? La pregunta es válida y la respuesta podría ser alarmante. La ciudadanía merece un liderazgo que no tenga miedo de mostrar su verdadero rostro, y no a una figura que se acomoda al viento de la popularidad.